Es sabido que el dolor es parte de la vida; las experiencias traumáticas producen dolor físico y además, el dolor físico, muchas veces, se termina convirtiendo en una experiencia traumática, sin embargo, es muy importante tratarlo cuando se ha convertido en crónico y ha ocasionado problemas en los diferentes ámbitos de la vida trayendo consigo ansiedad, depresión, insomnio y otras afecciones, donde los recursos o habilidades mentales y emocionales que se tienen son absorbidos por el dolor, pues se está constantemente procesando el dolor y se le quita atención al resto de los objetivos impidiendo tener una vida saludable y de calidad.